¿En 2024 tendrémos que pagar por el uso de las autovías?

Las recientes declaraciones del director de la DGT, Pere Navarro, en TV3, anunciando la posible implementación de peajes en las autopistas españolas en 2024, han vuelto a generar controversia.

El Gobierno ha incluido en su plan de recuperación, presentado a Bruselas, el "pago por uso" de las autovías y autopistas como un sistema para financiar la conservación y el mantenimiento de estas vías. Aunque las declaraciones de Pere Navarro fueron rápidamente desmentidas por la ministra de transportes, Raquel Sánchez, quien aseguró que el Gobierno no está considerando la imposición de peajes en las carreteras, el debate se centra en el desbloqueo de los fondos Next Generation, para los cuales el gobierno se comprometió a implementar una serie de medidas fiscales, entre ellas el pago por uso de las carreteras.

Por lo tanto, no se descarta en absoluto que esta medida se implemente a corto plazo por el próximo gobierno elegido en las elecciones. Es importante entender concretamente lo que se está planteando para cobrar a los usuarios por el uso de las carreteras, así como los modelos y sistemas de pago que se están estudiando. A continuación, lo explicaremos:

¿Qué es la viñeta propuesta por el Gobierno para el pago de las autovías?

Siguiendo el ejemplo de otros países europeos, en España se están considerando dos modelos para implementar el pago por uso de las autovías: el pago por uso y la viñeta.

La viñeta consiste en una tarifa plana que se paga por circular diariamente, semanalmente, mensualmente o anualmente en una autovía o tramo específico. Es decir, sería un pago único con diferentes periodicidades y variaría según el tipo de vehículo.

¿Cómo se realizaría el pago?

"No llamaría a esto un peaje. Estamos hablando de implementar un sistema de tarificación. Y no lo llamaría peaje porque cuando la gente piensa en peaje, imagina tarifas similares a las de las autopistas que se pagan actualmente. No tiene sentido que se siga financiando el mantenimiento y la conservación de la infraestructura con los impuestos de todos los españoles, cuando hay necesidades más urgentes en políticas sociales", explicó Sergio Vázquez, portavoz del Gobierno. La Ministra Raquel Sánchez mencionó que el sistema de tarificación podría estar listo en pocos meses.

Ya en mayo de 2021, mencionamos esta polémica medida cuando el Gobierno la propuso a la Comisión Europea como parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España. El objetivo era que los ciudadanos pagaran un peaje simbólico por el uso de autopistas y autovías para financiar la conservación de las carreteras, una medida que se estimaba generaría ingresos de 1.500 millones de euros. Se mencionó que esta medida podría entrar en vigor a partir de 2024 y tendría un costo de un céntimo por kilómetro, aunque el Gobierno afirmó que todavía se estaba estudiando la tarificación de la red viaria y que se debía consensuar con las Comunidades Autónomas.

Con la implementación del pago por uso de las autovías, se espera que el tráfico se desvíe a las carreteras secundarias, donde ocurre el 78% de los accidentes mortales. Tres de cada cuatro conductores se oponen a pagar por el uso de las autovías bajo cualquier circunstancia, según un estudio del Real Automóvil Club de España (RACE). Esta opinión también es firmemente compartida por el club de automovilistas. El principal motivo de oposición es que, si esta medida se hiciera realidad, el tráfico se desviaría a las carreteras secundarias, donde ocurre el 78% de los accidentes mortales. Esta opinión es compartida por ocho de cada diez conductores encuestados.

No más impuestos para los conductores

El RACE considera que este nuevo intento del Gobierno de cobrar por el uso de las autovías es una medida que "generaría más problemas y cargas económicas para los conductores, además de ponerlos en grave peligro al obligar a muchos de ellos a utilizar vías alternativas y mucho más peligrosas. Los automovilistas ya aportan más de 30.000 millones de euros a las arcas del Estado en impuestos. Estas vías ya están amortizadas, los conductores ya están pagando por su uso", afirma Antonio Lucas, director de Movilidad y Seguridad Vial del RACE, recordando que los conductores aportan más de lo que reciben en términos de conservación y mantenimiento de infraestructuras. Si se implementa el pago por uso de las autovías, esta situación empeoraría.

El RACE denuncia que, en caso de implementarse el pago por uso de las autovías, "este agravio sería aún peor, sumándose a los precios de la electricidad, los combustibles, la gasolina... Las subidas e impuestos, todos juntos, suponen un ataque insostenible al sector de la automoción y a la libre movilidad de las personas".

Si se tuviera que pagar por el uso de las autovías, un 80% de los conductores evitarían utilizarlas y optarían por circular por carreteras convencionales o vías secundarias. Un 79% de los encuestados por el RACE opina que esta situación aumentaría la incidencia de accidentes en unas vías que ya están bastante afectadas.

La AEC propone el 'Bono de Movilidad'

La red de carreteras en España es un patrimonio valorado en 215.000 millones de euros, pero tiene un déficit de conservación que asciende a 7.463 millones de euros, un 5,7% más que en 2017. La Asociación Española de la Carretera (AEC) lleva tiempo advirtiendo sobre las consecuencias económicas, medioambientales y de seguridad que este deterioro conlleva. Según afirman en un comunicado, esta situación no se espera que mejore en los próximos años debido a la limitación de los recursos públicos y la creciente necesidad de destinar gastos a áreas sociales como el desempleo, las pensiones, la sanidad y la educación.

La AEC ha estado proponiendo durante una década una herramienta de financiación para todas las redes viarias, independientemente de su titularidad. La llaman 'Bono de Movilidad' y consiste en permitir la circulación libre y gratuita de todos los vehículos en todas las redes de carreteras (excepto las vías de peaje) hasta 10.000 kilómetros anuales para vehículos ligeros, y hasta 50.000 kilómetros para vehículos pesados (más de 3,5 toneladas). A partir de esos límites de kilometraje, se cobraría una tarifa de 0,03 € por kilómetro para vehículos ligeros y de 0,10 € para vehículos pesados. También proponen que la circulación sea gratuita por la noche para los vehículos pesados. Con los ingresos recaudados, se crearía un fondo exclusivo para carreteras y transporte, gestionado por una agencia creada específicamente para este propósito.

Quedamos a la espera de cómo se definirá finalmente este nuevo peaje propuesto por el Gobierno, el cual parece estar bastante claro.

Más accidentes en carreteras secundarias

Los datos de los últimos años sobre fallecidos y accidentes debido al mayor uso de las carreteras secundarias en desplazamientos de proximidad deberían hacer reflexionar al Gobierno, ya que es en estas vías donde se multiplica el riesgo para las personas que viajan por carretera.

Según el último informe EuroRAP publicado en diciembre de 2020, Aragón, Asturias y Galicia son las comunidades con el mayor porcentaje de carreteras de alto riesgo. Este programa europeo evalúa los riesgos en las carreteras teniendo en cuenta los accidentes ocurridos en los últimos tres años, su gravedad y su relación con las características de la vía.

El mal estado de las carreteras también se refleja en el estudio de la Asociación Española de la Carretera (AEC), donde se concluye que obtiene la peor calificación de los últimos 20 años.

A este mayor riesgo de accidentes se suma la posibilidad de que el aumento de los costos para los transportistas que paguen por el uso de las autovías y autopistas se traduzca en un aumento de los precios de los productos que adquiere el consumidor. "No vemos ninguna justificación positiva en un momento de crisis en el que lo que se debería hacer es incentivar a los usuarios que utilizan sus vehículos no por placer, sino por trabajo", concluye el director de Movilidad y Seguridad Vial del RACE.